Contar...
Medir... Conquistar
"Mira
que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque el
Señor tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas" (Josúe 1:9).
Cierta
vez un capitán se aproximó al general y, mostrando grande preocupación, dijo:
"General, no podemos luchar en contra de ellos. Son muy numerosos y jamás
conseguiremos vencerlos". "Capitán", dijo el General fríamente,
"nosotros no estamos aquí para contarlos y sí para conquistarlos.
Nosotros
debemos y vamos a conquistarlos". Y ellos conquistaron. (Ossian Davies)
¿Cuál
ha sido nuestra principal actividad en el momento?
Confiar plenamente en la
palabra del Señor que nos asegura que somos más que vencedores o ¿contar y
medir la cantidad y tamaño de nuestras dificultades?
Muchas
veces perdemos días maravillosos de bendiciones ofrecidos por nuestro Dios,
simplemente porque continuamos preocupados por los problemas que el Señor nos
prometió ayudar a resolver.
Parece
hasta que nuestras luchas son mayores que el Señor, lo que no es verdad.
Nuestra parte, en el proceso de cada conquista, es esfuerzo y ánimo".
Lo
demás podemos dejar por cuenta de nuestro amado Salvador.
Quien
tenga un Grande Dios como nosotros tenemos, Todo Poderoso, no puede si dejar
abatir por simple tempestades.
Él camina sobre las aguas de nuestras
intemperies y, a una simple señal, hace calmar los vientos que nos inquietan.
Si
nuestras luchas nos amedrentan, entreguemos todo en las manos del Señor. Si el
porvenir nos atemoriza, descansemos en los brazos del Señor.
Si nos juzgamos
incapaces de alcanzar las victorias anheladas, dejemos que el Señor las venza
por nosotros.
¿Usted
aún tiene el hábito de medir y contar los obstáculos del camino o ya colocó
todo en el altar de Dios,
Agradeciendo
anticipadamente por todas las conquistas?
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